Christa Renz

Edad: 17

Raza: Demonio

Rango: Terrenales

Orientación Sexual: Heterosexual  

Estado Sentimental: Soltera

Crhista es una chica de piel blanca y de ojos azules. Su cabello le llega a los hombros, por lo que suele atarse el pelo con una coleta, y es de color rubio. Es una chica de estatura baja y de peso considerablemente normal.  
No tiene mucho pecho ni muchas curvas, pero tampoco tiene cuerpo de niña. No le gusta maquilarse, ni en un día especial, solamente le gusta ir normal.
Viste con una chaqueta de cuero marrón con un símbolo que marca su clan. En conjuntos con su chaqueta viste con unos pantalones blancos y una simple camiseta blanca, con una botas marrones. Si un día hace frío o va a una misión especial de su jefe, lleva un ponche verde. Como todo fiel esclavo a su amo, va siempre con su uniforme.

Crhista es una chica alegre y dulce. Siempre positiva y generosa. Si ve a alguien perdido o llorando, sin pensárselo va a ayudar, aunque tenga otra que hacer. No es una chicas despistada, por lo que no suele olvidarse de algo. Es una chica inteligente en algunas asignaturas, hay otras que a lo mejor saca raspados, pero no a todos se nos da bien todas las asignaturas. Hay veces en la que le gusta ir seria, para que la gente no piense que es una chica que se ríe de todo.
Le gusta la música, por lo cual, cuando esta escuchando música, se distrae, es lo único que no controla. También suele dejarse llevar pos sus impulsos, lo que la suele meter en problemas desagradables.

Recuerdo aquel día más que los otros. Era pequeña y vivía en una casa alejada de las demás, en un pequeño pueblo donde viven muchos niños, padres e ancianos. Yo ese día me levante temprano para que mi madre me peinara mis cabellos azulados, a mi me encantaba que me peinara con su peine dorado. Hasta aquel día  que amaneció nublado. Yo me puse un vestido amarillo bastante sencillo ya que tenía pensado ir a regar las plantas del jardín. Yo baje las escaleras y pude oír a gente gritar fuera, sentí una mano mojada en la mía, yo me di la vuelta y pude ver a mi madre y a mi padre. Mi padre me cogió en brazos mientras que mi madre preparaba los caballos para salir de casa. Yo no paraba de preguntar que estaba pasando y por que se oían tantos gritos de sufrimiento. Ellos se quedaban callados. Mi padre me toco el pelo con la mano mojada y me agarro al caballo, el me dijo que era por mi seguridad y yo no aguantaba tanto misterio. Yo refunfuñe y seguí al caballo negro de mi madre. Salimos por la puerta trasera y pude ver como dos clanes luchaban entre si. Yo pare al caballo para observar aquella pelea, yo estaba asombrada, quería seguir viendo, pero mi padre que me seguía con su caballo, le dio un toque al mio para que corriera. Yo resople y seguí a mi madre. Estuvimos un rato cabalgando por el bosque hasta que logramos salir de el.
Mi madre me dijo que íbamos a vivir en otra casa, en la de mis abuelos. Yo no me quejaba, ya que sabía que la situación era delicada. Al salir del bosque atravesamos un campo de maíz, donde gente de nuestro pueblo se paraba a descansar y a darle agua a sus caballos que estaban cansados. Acabamos llegando a la casa de mis abuelos y ellos sonreían. Mi padre me bajo del caballo y me llevo a mi cuarto nuevo. A duras penas pude oír las voces de mis padres hablando con mis abuelos. Todavía no había descubierto por completo lo que pasaba y me pegue a la puerta de mi cuarto . Mi abuela me encerró en el para que no oyera nada. Lo único que podía hacer era pegar el oído a la puerta y oír lo que pasaba. Después de largas horas hablando pude escuchar que mi pueblo era un clan, yo me sorprendí bastante y después me entere de que estaba luchando con otro clan. Yo me separe de la puerta y mire por la ventana, podía ver humo y todavía se oían las voces de aquellas personas que luchaban o que estaban a punto de morirse, pocos iban a sobrevivir allí. Yo me aleje de la ventana y me senté en la cama. No paraban de caerme lágrimas de los ojos. Se me paro el corazón al ver a mis padres salir de casa volando hacia el pueblo. Yo empece a gritar y a golpear la ventana y la puerta en señal de desespero. Acabo haciéndose de noche y los gritos detrás del bosque no paraban, yo me mantenía de pie, mirando por la ventana encima de una silla ya que no alcanzaba. Al final se hizo de día tras estar despierta toda una noche entera. Poca gente se veía salir del bosque, muchos estaban sangrando, otros se caían al suelo por falta de fuerzas. Mis padres no estaban. Mi abuela acabo abriéndome y yo lo primero hice fue salir corriendo de la casa en busca de mis padres. Yo le preguntaba a los guerreros más valientes que se atrevieron a pelear con otro clan.  Otros me decían que estaban desaparecidos o que estaban muertos. Yo no lloraba solo preguntaba y contenía mi rabia por dentro. Termine por preguntarles a todos, nadie me dijo que estaban vivos. Yo me di la vuelta y vi a mi abuelo consolando a mi abuela. Yo salí corriendo hacia los caballos y pude ver los caballos de mis padres. Estaban de pie, estaban firmes,... estaban esperando la llegada de mis padres. Yo acaricie a los tres caballos que se encontraban en el establo. Cogí el mio y me monte encima de el. Empece a cabalgar hacia el bosque, mis abuelos me habían visto y no me lo impedía. Acabe llegando al pueblo, todos estaba destrozada, y una niebla espesa se levantaba. Busque por todos los escombros y acabe encontrando a mi madre, estaba muerta. Yo la abrace. La tape con una manta como me había dicho mi padre una vez. No encontré a mi padre y me volví hacia la casa de mis abuelos.
Por lo que vivió, ella no quiere ser como aquellos demonios de mataron a sus padres.

Agilidad en el aparato de movimientos 3D; aparato de movimientos 3D: es una máquina que le permite volar con solo clavar una cuerda a alguna superficie o pared.
Espadas de acero del aparato de movimiento 3D

Spoiler:

Puede llegar a leer la mente de sus enemigos, romper hechizos de sus enemigos con solo conocer sus puntos débiles y crear monstruos con solo imaginarlos.
Se puede convertir en sombra y tele-transportarse a otro lugar.